La historia de Mayra Alejandra Del Villar no es solo un caso médico extraordinario; es, sobre todo, un testimonio profundo de control emocional, resiliencia y esperanza frente a la adversidad más extrema. Nacida en Maracaibo, Venezuela, en 1976, su vida ha estado marcada desde muy temprano por pérdidas, responsabilidad y desafíos que habrían quebrado a muchas personas. Sin embargo, ella decidió convertir cada golpe en una razón para seguir adelante.
Desde la muerte de su madre cuando apenas tenía seis meses, pasando por la maternidad adolescente, la violencia doméstica, la obesidad mórbida y una cadena de complicaciones médicas derivadas de una mala praxis quirúrgica, Mayra ha vivido procesos que la pusieron, literalmente, al borde de la muerte. Durante una cirugía de bypass gástrico mal realizada, su estómago fue perforado, los jugos gástricos se derramaron en su cuerpo durante 25 días y, en una segunda intervención, perdió órganos vitales y tuvo que ser reanimada en dos ocasiones. Pasó un año en cama, seis meses en silla de ruedas y casi dos décadas luchando con secuelas físicas severas.
Aun así, mantuvo algo que la define: el control sobre su actitud y su decisión de no rendirse. Mientras su cuerpo sufría, Mayra eligió mantener la mente enfocada en sus hijos, en su futuro y en la posibilidad de un mañana mejor. Esa capacidad de sostenerse a sí misma, incluso en los momentos más críticos, es una lección de vida para cualquier persona que se enfrenta a la enfermedad, al dolor o a la incertidumbre.
Con la crisis política y económica de Venezuela, Mayra tomó otra decisión valiente: emigrar. En su camino, enfrentó xenofobia, precariedad y miedo, pero también reafirmó su resiliencia. Llegó a Estados Unidos buscando algo tan básico como urgente: atención médica adecuada, estabilidad y protección. Allí sus problemas gástricos se agravaron al punto de vomitar diariamente, mientras muchos médicos se negaban a operarla por el alto riesgo de su caso.
Finalmente, un equipo médico decidió intervenirla. Descubrieron un cuadro poco común y sumamente complejo: su estómago atrapado entre el miocardio y los intestinos, y luego, tiempo después, un estómago completamente destruido que tuvo que ser retirado por completo. Hoy, Mayra es una de las pocas mujeres en el mundo que vive sin estómago.
Lejos de victimizarse, ella transformó esta realidad en un propósito. Con disciplina, seguimiento médico y un profundo trabajo emocional, aprendió a adaptarse a una vida totalmente distinta, donde cada comida, cada actividad y cada día requieren planificación, autocuidado y control. Su proceso no solo es físico: es una muestra clara de cómo la resilencia —esa capacidad de levantarse una y otra vez puede reescribir el destino de una persona.
Al compartir públicamente su historia para alertar sobre la mala praxis y la importancia de la medicina responsable, Mayra encontró una nueva misión de vida. Sus testimonios se viralizaron y comenzaron a ser difundidos por medios de comunicación internacionales. Así nació una voz referente en temas de salud, prevención, autoestima, migración y superación personal.
Hoy, en 2025, Mayra es creadora de contenido y líder de una amplia comunidad en redes sociales. Ha recibido premios, reconocimientos y ha sido entrevistada por medios de distintos países. Desde sus plataformas, acompaña a quienes atraviesan enfermedades complejas, han sido víctimas de negligencia médica o sienten que han perdido la esperanza. Les ofrece información, contención y, sobre todo, un ejemplo real de que es posible reconstruirse.
(Por: Erick Patiño)












