El desafío es crear una Comunicación Social más ética.
El Día Mundial de la Comunicación Social, celebrado el 10 de mayo de cada año, es una ocasión significativa para reflexionar sobre el papel fundamental que desempeñan los medios de comunicación en nuestra sociedad moderna. Esta jornada conmemora la importancia de los medios de comunicación como herramienta vital para el intercambio de información, el fomento del diálogo intercultural y la promoción de la libertad de expresión.
Esta celebración se remonta a 1967, cuando el Papa Pablo VI estableció por primera vez el Día Mundial de las Comunicaciones Sociales. Desde entonces, ha evolucionado para abordar los cambios y desafíos en el panorama mediático global. Cada año, la Iglesia Católica emite un mensaje con un tema específico, que aborda cuestiones relevantes relacionadas con la comunicación y la sociedad contemporánea.
El Día Mundial de la Comunicación Social proporciona una plataforma para examinar críticamente el estado de los medios de comunicación en todo el mundo. Se centra en promover la ética en el periodismo, la responsabilidad social de los medios y la lucha contra la desinformación y la manipulación mediática. También destaca la importancia de la alfabetización mediática y la educación en medios para capacitar a las personas a ser consumidores críticos de información.
En un mundo cada vez más digitalizado, el día también aborda los desafíos emergentes, como la privacidad en línea, la seguridad digital y la brecha digital. Además, reconoce el papel crucial de los periodistas y profesionales de los medios, quienes a menudo enfrentan riesgos significativos en la búsqueda de la verdad y la transparencia.
En resumen, el Día Mundial de la Comunicación Social es una oportunidad para celebrar los beneficios de una comunicación abierta y transparente, así como para reflexionar sobre cómo podemos mejorar y proteger este aspecto vital de nuestra sociedad en constante evolución.