Venezuela sigue a la espera del surgimiento de un Nayib Bukele o de un Javier Milei, ya que en la política tradicional no lo ven. En el caso comparativo del Salvador, un país que en el 2021 su PIB creció en 10.3%, los ingresos provenientes del turismo crecieron en 52%, el empleo creció en 7%, las nuevas empresas subieron en 12%, las exportaciones se incrementaron en 17%, la generación energética creció en 19%, la exportación de energía creció en 3,291%, los ingresos internos crecieron en 37%, todo sin subir impuestos, en el 2022 la tasa de delincuencia y homicidios ha bajado en 95%. (datos tomados de www.presidencia.gob.sv)
Comparando con el candidato presidencial de argentina Javier Milei, se necesita alguien como este líder, que no sea de la casta política de los últimos 60 años de Venezuela. Para él, la casta no distingue entre diferentes ideologías políticas; en su opinión, todos los políticos comparten el mismo propósito de mantener y fortalecer sus privilegios, lo cual ha sucedido en Venezuela en las últimas décadas, una convivencia entre chavismo y dirigencia de oposición.
Muchos pueden ver en Maria Corina Machado y en Benjamín Rausseo éstas características, sin embargo la candidata de Vente Venezuela ha sido parte de una oposición que ha sembrado falsas esperanzas en la población y que luego se han sentado a negociar con el régimen venezolano, como lo hemos visto en el acompañamiento a falsos líderes como Leopoldo López y Juan Guaidó. En el caso del comediante y abogado Benjamín Rausseo, no muestra firmeza y seguridad a los venezolanos, poniendo en duda sus intenciones al dar testimonios como: “No me veo poniendo la cabeza de nadie en bandeja de plata”, refiriéndose a quiénes tanto daño le han hecho al país.
El Nayib Bukele o Javier Milei que Venezuela espera, pudiera tratarse de un Lorenzo Mendoza o alguien que renazca de la nueva forma de hacer política y no de la tradicional y fracasada casta venezolana, proveniente de todos de los partidos tradicionales.
Por: Oscar Vega
