Las muestras se tomaron al cadáver de la niña, que presuntamente es de Gabriel Gustavo Ramírez y de su esposa Ninibeth Márquez Granados, y a otra bebé que también nació el 7 de agosto y está viva. Genetistas del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) analizan el material
Seis muestras para pruebas de ADN fueron tomadas en la sede del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf) en Ocumare del Tuy, el lunes 28 de agosto, como parte de las investigaciones que adelantan las autoridades para esclarecer el caso de una bebé que nació en el hospital Dr. Osío de Cúa y murió posteriormente.
Las averiguaciones comenzaron luego de que Gabriel Gustavo Ramírez y su esposa Ninibeth Márquez Granados denunciaron que les cambiaron a su hija recién nacida en este centro de salud, ubicado en el municipio Urdaneta de los Valles del Tuy.
Se conoció que funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), del Ministerio Público (MP), del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) y del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf-Caracas) acudieron a la morgue de Ocumare para tomar muestras del cadáver de la niña que, presuntamente, es de los esposos Ramírez Márquez y de otra bebé sana que también nació el 7 de agosto.
Una fuente ligada al caso informó que a los padres de ambas neonatas también les tomaron muestras. Son analizadas por expertos en genética del IVIC. Las autoridades estiman que los resultados estén listos en los próximos días.
A la bebé fallecida le extrajeron, además, tejido pulmonar para realizar una prueba de docimasia. Este examen permitirá determinar la presencia de aire en sus pulmones, con el fin de conocer si respiró o no al nacer.
En predios policiales trascendió que el personal del hospital Dr. Osío de Cúa rindió declaraciones en el Cicpc días atrás. Un funcionario señaló que los médicos y enfermeras del centro de salud negaron la versión del cambio de bebé.
La denuncia
Ninibeth Márquez Granados dio a luz a las 12:06 p.m. del 7 de agosto, 36 minutos después de ser ingresada al hospital de Cúa. Antes de la cesárea, la pareja no sabía el sexo del bebé, ya que nunca se dejó ver en la ecografía. Se trataba del tercer embarazo de la mujer.
La parturienta asegura que, luego del parto, una enfermera se llevó a su niña de forma extraña y a ella la pasaron a la sala de recuperación. A las 3:00 p.m., preocupada porque no sabía nada de su hija, le preguntó a un doctor y este le dijo que se quedara tranquila, que su esposo había visto a la niña.
El esposo de Márquez negó esa versión. Aseguró que el médico solo le dijo que la niña estaba grave, en una incubadora, y que no la podía ver. A las 4:00 p.m. del día siguiente la pareja se enteró de que la neonata estaba muerta.