El ritmo y las complejas circunstancias de vida actual, los rigores en cuanto a lo económico que afronta el venezolano y un grueso de la población que forman parte de los súbitos de ésta nación. Precariedad de servicios públicos, lo que incluye: Agua para la vida, los más recientemente acentuados cortes de energía eléctrica, falla en la conexión al vital internet. Carencia de insumos en los hospitales y en algunos casos, la no disponibilidad de equipos para preservar la salud de quienes lo requieren. El abrumador elemento que supone la distribución idónea de gasolina para los usuarios, el factor de la inseguridad e incluso, ésta severa «crisis de confianza», presente hasta en el propio seno de la familia, en medio de la vergonzosa «descomposición social» en el ahora. Todo este conjunto de realidades que signan el devenir de la sociedad actual, verdaderamente atentan contra la salud mental de la gente.
De ahí, que resulta fácil deducir lo mucho que indica todo éste cuadro en la conducta cotidiana de la población en cada faceta de la vida. Cómo afronta el día a día, la manera como se conduce en su trato con su semejante en el transporte público, por citar un ejemplo. En el fenómeno de nosotros como sociedad, justamente la Sociología es la ciencia social que se encarga del análisis científico de la población. Estudia la sociedad humana. Da cuenta de las interacciones sociales, tendencias de comportamiento social.
Por tanto, si partimos del concepto de la salud mental: «un elemento que contribuye a nuestro bien emocional, psicológico y social. Afecta la forma en que pensamos, sentimos, actuamos, al afrontar la vida». Figúrense, afecta nuestra manera de pensar, humor y consecuentemente el comportamiento. He leído también en cuanto al hecho que ella nos ayuda de cierta manera a controlar el estrés e influye en el modo como interactuamos con los demás. De hecho, los estudios aseveran que una mala salud mental, debilita la conexión con el mundo. Disminuye nuestros deseos de convivir, llegar a establecer acuerdos, entender al otro. Edificar a partir del respeto cuando existen distintos puntos de vista.
Pero hay más. Y es que, la salud mental es también importante porque es capaz de afectar la salud física. Esto implica: accidente cerebrovascular es, diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas.
Este análisis aplica, prácticamente a todo un colectivo a nivel nacional. Distintos estratos, niveles de la sociedad. Genera ansiedad, mucha incertidumbre. Máxime, con la existencial crisis política por la que atraviesa Venezuela. El impacto de la migración en las familias venezolanas. Y un detalle, con todo lo antedicho, englobando ésa serie de realidades que han contribuido, definitivamente a desmejorar la calidad de vida de un altísimo porcentaje de la población, tomemos en cuenta el hecho de toda ésa parte de la sociedad, la masa trabajadora que hace vida en Los Valles del Tuy, laborando en la Ciudad Capital, cuántas horas realmente logran dormir plácida y confortablemente?. Son detalles…
Al respecto de los factores que inciden en el bienestar mental y emocional del ser humano, es muy curioso el hecho que, la Organización No Gubernamental Caleidoscopio Humano, alertó en cuanto a la ausencia de servicios médicos especializados y planes de salud mental para prevenir los casos de suicidio en el país. Dicha ONG afirma: «La ausencia de servicios médicos especializados, junto a los altos niveles de estrés y desesperanza que embargan a los venezolanos, disminuyen las posibilidades de consolidar acciones en materia de prevención del suicidio». Esta aseveración fue revelada recientemente en el marco del «Día Mundial de la Prevención del Suicidio», el pasado 10 de septiembre.
Mencionaron desde ésta ONG, palabras más palabras menos, que es una obligación del Estado venezolano, la creación de políticas acertadas de atención psicológica para afrontar casos de riesgo. Añadió: «No existe un plan que vele por la salud mental de los venezolanos».
Cómo vemos, el suicidio es un problema de salud pública que requiere atención inmediata. Un interés altruista por parte de la élite gubernamental. Y es que de acuerdo a cifras oficiales, el pais registró una tasa de 4 suicidios por cada 100.000 habitantes el año pasado. Aunque de cierta forma, intuyo que no sería irresponsable aseverar que habría un sub registro a respecto de dichas estadísticas.
Así pues, convergen en el fenómeno de la sociedad toda una serie de factores que repercuten en nuestra psiquis, la calidad de nuestros pensamientos, nuestra preciada e imprescindible salud mental. Toca encarar los desafíos diarios de cada uno de nosotros en cuanto a circunstancias particulares, con buena disposición. Coraje, enteresa y mucho optimismo. Perseverar. Hacer lo propio para contribuir a fomentar, (más allá de lo palpable en la sociedad), las buenas relaciones internacionales. Fomentar el respeto, la tolerancia y en términos generales ser optimista. Es algo que conviene. Adicional, en la medida de nuestras posibilidades, adoptar un estilo de vida práctico y saludable, equilibrado que contribuya medianamente a nuestro bienestar mental y emocional en medio de la compleja sociedad en la cual convivimos.
Por: Alberto Hidalgo.