Después de una ruptura amorosa, se inicia un proceso de dolor que consiste en la asimilación y aceptación de la separación. Es un tiempo de adaptación interna y externa a una nueva realidad, es un proceso de dolor que es necesario vivir y que no puedes saltar o evitar. Es un dolor que debes afrontar de la mejor manera. A continuación te presento algunas recomendaciones según la ciencia para afrontar la ruptura amorosa.
1.- Abstinencia o contacto cero: según la psicóloga Begoña Ramos González especialista en terapia de pareja para superar una ruptura amorosa debes practicar la abstinencia o contacto cero, es decir, que debes evitar durante un tiempo la comunicación o contacto físico. Solo en casos extremos, donde sea necesario hablar sobre algún tema como: hijos o negocio. Amato (2010) opina que “para el proceso de duelo es determinante cortar el contacto con la ex pareja, ya sea físico, o por diferentes medios de comunicación”.
Muchas veces, la persona herida, siente la necesidad afectiva de buscar cualquier tipo de conversación e incluso la posibilidad de volver, aunque esa relación no le convenga, ante esta conducta la psicología propone el contacto cero con esa persona.
2.- Bloqueo de información: otra técnica de afrontamiento del duelo amoroso es, evitar buscar información sobre tu ex pareja en las redes sociales, o preguntar a los amigos comunes sobre cómo se encuentra. En el caso de que tus amigos o familiares te hablen sobre tu ex pareja, debes solicitar que por un tiempo dejen de hablarte sobre ella.
Tampoco debes buscar en las redes sociales el contenido que publica tu ex pareja, ya que es una acción que puede llevarte a imaginar situaciones que deseas, pero, que no son reales, puedes ver por ejemplo un video musical romántico y pensar que esa persona te está dedicando esa canción y que quiere volver contigo. Según Walter Riso en su libro amar o depender “Estas «malas lecturas» o interpretaciones erróneas son muy comunes en sujetos que, habiendo terminado una relación, insisten testarudamente en ver amor donde no lo hay”.
3.- Relación de amistad y cordialidad: En ocasiones las relaciones no acaban mal, y el que abandona, movido en parte por la culpa o el miedo a las consecuencias, no para de llamar, se preocupa y pregunta continuamente, en este caso, se le debe explicar que necesita un tiempo para sanar y estar tranquilo/a y que más adelante, cuando estén mejor, podrán tener la relación de amistad o cordialidad.
En muchos casos de rupturas amorosas, se hace necesario asistir a terapia psicológica, para poder afrontar y superar el duelo. Duelo que dicho sea de paso, es un proceso natural de dolor, que es necesario vivir y expresar para cerrar el ciclo y crecer como persona. Culmino este artículo con la siguiente frase “Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad”. Jaime Sabines
Psicóloga Lisette García
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