Las dificultades de aprendizaje son un conjunto de trastornos que afectan el rendimiento escolar y si no se atienden a tiempo, pueden desencadenar obstáculos en el proceso de enseñanza-aprendizaje, causando un posible fracaso y deserción escolar como un gran desinterés por el estudio.
Sin embargo, el estudiante puede superar estas dificultades, si recibe el tratamiento indicado y orientado a la alteración que presente, por lo cual se hace imprescindible una atención personalizada y motivante para el estudiante donde adquiera los conocimientos y habilidades necesarias que incidan efectivamente en los errores presentados, para así generar una respuesta educativa satisfactoria que contribuya con aprendizajes óptimos y su calidad educativa.
De esta manera, las dificultades de aprendizaje pueden obstaculizar y retrasar el aprendizaje, por lo cual es necesario que estas sean atendidas, para evitar futuras complicaciones en el acto de aprender del niño.
