Hemos escuchado alguna vez a alguien decir, en relación a su pareja, las siguientes frases: “Él es lo más importante en mi vida”, “Él es todo para mí”; “Sin ella no puedo vivir”, “Ella es el motivo de mi felicidad”. También hemos cantado temas musicales con letras que incitan a la dependencia emocional, como por ejemplo: “Porque nada valgo, porque nada tengo si no tengo lo mejor , tu amor y compañía en mi corazón” , “Me siento débil cuando estoy sin ti, y me hago fuerte cuando estás aquí, sin ti yo ya no sé qué es vivir”.
Cuando utilizamos estas formas de comunicar nuestros sentimientos, pensamos que son manifestaciones de amor verdadero, pero, contradictoriamente esta forma de expresarnos demuestra un apego emocional conocido también como apego afectivo el cual es un estado psicológico que puede generar relaciones de pareja inestables, destructivas y muy desequilibradas.
Según refiere Walter Riso en su libro ¿Amar o depender? “Depender de la persona que se ama es una manera de enterrarse en vida». Cuando amamos más al otro que a sí mismo dejamos de existir para cumplir sus deseos, con la intención de no perder su cariño nos anulamos a nosotros mismos, de esta forma nuestro amor propio y nuestra autoestima se van debilitando poco a poco. En consecuencia somos víctimas de la tristeza, la ansiedad y la depresión.
El apego emocional o apego afectivo en la pareja, nos lleva a sentir miedo y una excesiva preocupación a ser abandonados, a no ser queridos, a no ser lo suficiente para el otro. Este miedo se convierte en ansiedad intensa y persistente. Es posible que se sienta taquicardia, respiración agitada, sudoración entre otros síntomas.
Debemos amarnos y valorarnos primero a nosotros mismos para poder amar y valorar al otro, de esta manera se podrá desarrollar una relación amorosa sana y funcional. Si consideramos que estamos viviendo una relación inadecuada donde se evidencia el apego emocional, debemos buscar una solución lo antes posible.
Lisette García
Psicóloga y Psicopedagoga
@psicoesencial2021
