Son muchas las capas y las espadas que vimos durante nuestra infancia. Crecimos con personajes ficticios que vencían villanos de antifaces o de otros planetas. El Zorro, por ejemplo, combatía con sus estrategias al Capitán Monasterios, Heman a Skeletor, Batman al Guasón, supermán a Lex Lutor y así pero hubo uno de carne y huesos que con solos conocer de él cautivó mi corazón. Mi superhéroe usaba una Capa Roja, tenía también un caballo blanco, uno muy poderoso que lo acompañó en su gesta libertaria. También tenía una espada, una espada más fuerte que un cañón de Rayos X con la que vencía a los tiranos y los hacia huir despavoridos.
Mi superhéroe no es común, es de esos que nacen cada siglo. Él no siempre fue fuerte, también le tocó llorar por la ausencia de su padre, le tocó ver morir a su madre, le tocó ser menospreciado por sus familiares directo, lo tocó partir a otras tierras, le tocó enviudar a temprana edad y también conocer de la traición de sus amigos. Mi superhéroe también padecía, como tú y como yo. Este gran personaje era un soñador, era de pensamientos profundos y de un gran corazón. Era apasionado, buen amigo y con mucho temple, un estratega, un verdadero luchador. Venció en muchas batallas, realizó muchísimas proclamas, dio libertad a más de 5 naciones y todo esto movido por el más sincero amor por su gente, por su pueblo, por sus hermanos.
Mi héroe se llama Simón, es un grandioso General, padre de nuestra Patria y el ser humano más extraordinario que haya nacido en estas tierras Venezolanas. Un día como hoy pero hace 240 años nació y aún su memoria sigue viva, siendo el referente obligado en la lucha contra la tiranía, la maldad, la opresión y la injusticia.
Te invito a conocer más de mi superhéroe, te encantarán sus historias y sus múltiples hazañas. Simón no es de mentira, no es de Star Wars y de Mavel Universe, es de nosotros, de Venezuela 🇻🇪 y lo quiero mucho, con amor de Niño, con la admiración de un niño en el saber de la conciencia plena de un hombre. Es Simon Bolívar, El Libertador.
Por: Rommel Martínez.