Los Teques, 21 de junio de 2025. En un acto que ha conmocionado a la comunidad de la zona industrial 2 de Los Cerritos de la capital mirandina, vecinos denunciaron el abandono de una perrita durante la mañana del pasado sábado, en medio de una fuerte lluvia que azotó la localidad. El animal, visiblemente alterado y empapado, fue avistado subiendo hacia el antiguo estacionamiento de tránsito terrestre, donde permanece desconfiado y sin permitir que nadie se le acerque.
“La dejaron abandonada, no se deja agarrar, está agresiva. Está esperando a los malvados que la botaron como un perol”, expresó con impotencia un vecino del sector, quien destacó además que la perrita lleva una nota amarrada al cuello, cuyo contenido aún no ha podido ser leído debido a que el animal evita cualquier contacto humano.
Este hecho generó una ola de preocupación entre los habitantes de Los Cerritos, quienes temen por el bienestar físico y emocional de la perrita. Las condiciones climáticas agravan la situación, ya que la lluvia persistente aumenta el riesgo de hipotermia y deterioro en su salud. Varios residentes han intentado acercarse para auxiliarla, sin éxito hasta ahora.
La comunidad hizo un llamado urgente a organizaciones proteccionistas, rescatistas independientes y vecinos con experiencia en manejo animal, para intervenir de forma segura, resguardar a la perrita y descifrar el mensaje que lleva consigo.
Este caso no solo pone de relieve el drama del abandono animal, sino también la sensibilidad social de una comunidad que se niega a mirar hacia otro lado. “No podemos permitir que la indiferencia gane. No es solo un animal, es una vida”, comentó otra residente, quien desde temprano acompañó la vigilia improvisada del grupo que sigue pendiente de la perrita.
Las autoridades locales aún no se han pronunciado por este caso de abandono, pero los vecinos insisten en que situaciones como esta requieren protocolos de actuación claros y la articulación con entes dedicados a la protección animal.
El llamado es claro: una vida está en peligro y el tiempo apremia.
Con información de El Tequeño
