La Academia Americana de Pediatría y la Sociedad Canadiense de Pediatría muestran algunas razones por las que los niños menores de 12 no deben tener celular. El acceso sin control a éstos aparatos puede limitar el desarrollo cerebral de los niños. El uso excesivo de teléfono celular o tabletas se asocia a déficit de atención, retrasos cognitivos, problemas de memoria, falta de creatividad, depresión, ansiedad infantil, trastorno bipolar, psicosis, problemas de aprendizaje, aumento de la impulsividad y falta de autocontrol de la ira.
Debido a que los niños se pueden quedar hasta altas horas de la noche despiertos usando el teléfono pueden presentar trastornos del sueño, la falta de sueño afectará negativamente a su rendimiento académico. La exposición de los niños a contenidos violentos, agresivos y sexuales puede alterar su conducta. Los niños imitan todo y a todo. La constante y sobreexposición de los niños a la tecnología les hacen vulnerables, explotables y expuestos a los abusos cibernéticos. Así mismo, serán niños más pasivos y que no saben interactuar o tener contacto físico con otras personas.
Frente a esta realidad social, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) los teléfonos celulares en las escuelas no favorecen el aprendizaje al contrario solo han demostrado ser una distracción del aprendizaje. Ante el impacto de las modernas tecnologías de aprendizaje, la UNESCO solicitó prohibir el uso de teléfonos inteligentes en todas las escuelas del mundo, según informe emitido el mes de Julio del 2023.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud, clasifica a los teléfonos celulares como un riesgo para la salud, debido a la alta radiación que emiten y que pueden generar riesgos de desarrollar enfermedades como el cáncer. Así mismo la OMS recomienda que “los niños menores de dos años no deben ver la televisión, ni jugar con pantallas, los niños entre dos y cinco años deben usar ésos dispositivos como mucho una hora al día” (2019).
Aunque las nuevas tecnologías son parte de la vida, no deben sustituir a la lectura de libro, jugar con los hermanos, conversar con los padres, nadar, montar bicicleta, hacer manualidades, jugar pelota, escribir un cuento, colorear, realizar dibujos libres, crear castillos con tacos, bailar, cantar, escribir una canción, tocar un instrumento, todas éstas actividades despiertan la creatividad , favorecen el desarrollo físico y neuronal, aumentan el coeficiente intelectual y acrecientan la inteligencia emocional.
Psicóloga Lisette García
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