@Yeni_Educa: «QUIÉREME COMO SOY»

Bienvenidos todos nuevamente a la columna de @yeni_educa

Esta semana les traigo un tema titulado «QUIÉREME COMO SOY»

Hoy día, existen estándares sociales de, como deben ser los niños y niñas, las características y competencias deben cumplir según su edad, pero las preguntas del millón son ¿Qué pasa si el niño no cumple con esos estándares?

¿Qué pasa si no es tan inteligente como el niño del vecino?, ¿O si no es tan tranquilo?, ¿Qué pasa si no es «La perita en dulce» que yo quiero que sea?

Pues ¡aqui! les respondo: ¡No pasa nada! que no puedas solucionar durante el desarrollo y crecimiento de nuestros hijos.

Ellos son seres únicos e individuales y tienen su propio ritmo para aprender todo lo que necesiten para completar sus competencias, debo resaltar que en todo proceso de desarrollo, influyen muchos factores dentro del hogar (pero ése sería otro tema para la columna). Hoy quiero hacer énfasis es en la respuesta de los padres cuando sus hijos e hijas no cumplen con los estándares expuestos en la sociedad.

Es complejo, ¡y sé ! que juega en nosotros muchos sentimientos ya que desde que aprendimos a ser adultos vivimos en la eterna carrera del éxito, y de ser los mejores. Entonces cuando nuestros niños no logran cumplir con los estándares se nos complica la existencia.

En esta oportunidad mostraré dos caras de la moneda:

La primera cara: Los padres pueden entrar en desesperación dejando en evidencia su frustración y exponiendo al niño o niña a la comparación ejemplo: tu primo a los 5 años ya leía. Haciendo cargar con nuestro deseo de que fueran diferentes.

Es necesario evitar las comparaciones con sus hermanos, amigos u otros niños. Cada ser humano es diferente y los niños también tienen derecho a desarrollar su propia personalidad. Además, no podemos trasmitirles la idea de que el error les hace peores.

Ahora la otra cara de la moneda es: El colocar una etiqueta “es un niño muy tranquilo”, “es un niño muy vergonzoso”, “es muy desobediente“ » es muy flojo». Todas estas afirmaciones aparentemente inofensivas terminan calando en la mente de los pequeños y dando forma a su personalidad.

Y no solo eso, cuando etiquetamos a un niño lo estamos juzgando. Estamos poniendo de manifiesto que teníamos unas expectativas, que englobamos su potencialidad dentro de unos límites que pueden actuar como un lastre para su desarrollo.

Ambas caras son extremas pero si son reales, si hay situaciones actuales ¡así!

Lo que me lleva a pensar que muchos padres tienen una imagen propia negativa que, sin saberlo extienden hacia sus hijos. Debemos comprender que nuestros hijos no serán como nosotros queremos, ni van hacer lo que nosotros no fuimos.

Debemos aceptarlo y vivir un día a la vez, porque es muy difícil que un niño esté tranquilo, sea súper inteligente, y cumpla con sus deberes, en un mundo de adultos tan ocupados.

Debemos comprender que la aceptación incondicional hacia nuestros hijos es esencial para que crezcan sintiéndose libres y seguros de sí mismos.

Solo acéptalo como es, disfruta de sus procesos, busca sus fortalezas y empieza amarlo tal cual es, que si tiene salud ya es perfecto.

Gracias a todos los que me leen y siguen en @lavozdeltuy y @yeni_educa la cita será para la próxima semana.

Por Yeniree Moreno @Yeni_Educa