La palabra «procrastinación» no se refiere simplemente a posponer algo, sino a posponerlo irracionalmente; es decir, cuando posponemos tareas de forma voluntaria a pesar de saber que ese retraso nos perjudicará. Cuando procrastinamos, sabemos que estamos actuando en contra de lo que nos conviene.
¿Cuál es el origen la de la procrastinación? Varios años de investigaciones y muchos estudios han descubierto algunos rasgos de la personalidad que anticipan la procrastinación, pero uno de ellos destaca sobre los demás. Y ese rasgo de la personalidad del procrastinador resulta ser la impulsividad, es decir, vivir impacientemente en el momento y quererlo todo ahora mismo.
A las personas impulsivas les resulta difícil mostrar autocontrol. Para quienes son menos impulsivos, la ansiedad es con frecuencia una indicación interna que les conduce a empezar pronto un proyecto, pero para los más impulsivos es diferente: con la ansiedad causada por la fecha de entrega van directo a la procrastinación.
Las personas impulsivas buscan de librarse temporalmente de una tarea que le provoca ansiedad, o la aparta de su conciencia. Además, la impulsividad conduce a los procrastinadores a ser desorganizados y a que se distraigan fácilmente, perdiendo el enfoque de sus metas . El impulsivo posee poca persistencia, poca disciplina en el trabajo e incapacidad de trabajar sistemáticamente .A los impulsivos les resulta complicado planificar el trabajo por adelantado y se distraen fácilmente incluso cuando ya se han puesto a trabajar. La consecuencia inevitable es la procrastinación.
Muchos procrastinadores dudan de su capacidad de triunfar y, por eso dejan de esforzarse y de trabajar por alcanzar sus metas. Tienen un proyecto de vida ,pero, este desaparece por falra de esfuerzo y confianza en si mismo, lo cual los lleva a un fracaso inevitable. De tal forma que el procrastinador debe cambiar sus creencias negativas sobre si mismo por creencias poderosas que lo motiven. Las creencias positivas en uno mismo prepara el camino hacia el éxito ; sin esa confianza el procrastinador se quedará durmiendo un un chinchorro , pegado al televisión, distrayéndose con las comiquitas y sus metas del futuro se esfumaran. ¡ Vamos, actívate, no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy¡
Psicológa Lisette García
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