Según los estudios, cuando dos personas se miran a los ojos durante más de un minuto o dos, desarrollan una confianza más profunda así como mayor intimidad y atracción mutua.
¿Cuál es el resultado entonces de mirarse a los ojos a la hora de hacer el amor? Según la ciencia el resultado es que se suelen tener relaciones sexuales más satisfactorias. Por lo tanto, caricias y miradas, ambas son fundamentales.
En 1989, investigadores de la Universidad de Clark en Worcester, Massachusetts, fueron los primeros en explorar el poder de la mirada en dos estudios que, hoy en día, son clásicos, llegando a la conclusión de que las parejas que se miran a los ojos reportan los mayores sentimientos de atracción y afecto mutuos. Las evidencias sugieren que ese contacto visual prolongado estimula al sistema nervioso para que libere oxitocina y feniletilamina, que ambas están vinculadas con el apego o la atracción.
El escritor Paulo Coelho escribió “Nadie puede mentir, nadie puede ocultar nada cuando mira a los ojos” Mirar a los ojos mientras se tienen relaciones sexuales es señal de estar haciendo el amor. La diferencia es muy sencilla: no es lo mismo tener relaciones sexuales que hacer el amor. La primera, es un acto íntimo de deseo carnal, mientras que hacer el amor habla de sentimientos.
Un artículo de la investigadora Mylene Bolmont demostró el rol que juega la mirada en el amor. La experta concluyó que, las miradas largas y frecuentes son una indicación de interés genuino. Sin embargo si tu pareja no te mira a los ojos mientras hacen el amor, no es motivo de preocupación, a pesar del papel escencial del contacto visual, cerrar los ojos en las relaciones sexuales es común. Te invito desde hoy mirar a tu pareja mientras tienen sexo, esto los ayudará a fomentar la ternura y la entrega mutua.
Psicóloga Lisette García
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