¡Las Misas de Aguinaldos empiezan hoy!

El encuentro de la feligresía católica en los templos para la celebración de las misas de aguinaldo, son un privilegio concedido a Venezuela por el Vaticano.

Se celebran del 16 al 24 de diciembre y reúnen a familiares y amigos en el templo, los cuales se adornan con motivos navideños, como pesebres iluminados, abundante iluminación y ambiente musical, para recibir a los feligreses con canciones alegóricas a la natividad del niño Dios.

La gracia fue otorgada por el Papa León XIII, quien aprueba la introducción de cantos de aguinaldos y villancicos en las misas que preceden a la fecha del advenimiento divino; convirtiéndose así en una característica propia de la Iglesia Venezolana, ya que en este período penitente no se permitían cantos dentro de las celebraciones. Este tipo de celebración surgió en Venezuela entre el Siglo XIX y XX.

Sin embargo, el fervor y lo sublime de las letras de los aguinaldos venezolanos son reconocidos como cantos de preparación para la llegada del Mesías.

En otros tiempos, en toda la geografía nacional era costumbre acudir a la misa de aguinaldo con varios pretextos; algunos mantenían la tradición de ir a rezar, mostrar su devoción cristiana en un ambiente alegórico a la natividad del niño Jesús, en su mayoría eran las amas de casa, esposas con sus maridos; otros hacían el esfuerzo de levantarse a las cuatro de la madrugada con el sólo empeño de divertirse, bien sea dándole vueltas a la plaza con los amigos, patinando, pasear en la bicicleta, lanzando fuegos artificiales; o sencillamente buscar una oportunidad para verse con su enamorada (o). En este grupo se encontraban los más jóvenes. Pero también nos encontramos con la tradición de salir a comer arepitas fritas con queso, elaboradas en casas de familias con esa tradición.

En algunos pueblos, los deportistas usaban el tiempo después de la misa para ir al estadio a jugar una caimanera de beisbol, ya que el día 25 era de fiesta en todo el territorio nacional.

Las misas eran toda una rutina durante nueve días, sólo variaba la liturgia del sacerdote que oficiaba, incluyendo su vestimenta; a excepción de la Misa del 24 de diciembre o Misa de Gallo, como también la llamaban; a la que la feligresía le daba un poco más de importancia, por ser el día del nacimiento del hijo de Dios. Era día de regalos, la llegada del niño Jesús a los hogares a vaciar su bolsa. La gente buscaba las mejores galas para ir a misa, porque seguramente, después de la liturgia, surgía un baile en algunas de las casas de familias del pueblo, que tradicionalmente invitaban a sus más allegados. Pero, nunca faltaban uno o más coleados, llamados también arroceros. La fiesta se extendía hasta el amanecer, donde el disfrute era, comer, bailar y beber; bien sea con un conjunto local o, sencillamente, con el pickup de aguja y los discos de acetato, llamados también Long play.

Hoy día, por muchas razones, las cuales no debo desarrollar para no empañar estas líneas; la celebración de las misas de aguinaldo, no son así; y las celebraciones bailables, tampoco. Y, a juicio de quien escribe, será difícil que vuelvan esos tiempos y esas costumbres. Las cosas cambiaron.
¡Siéntase orgulloso de ser venezolano!
Feliz Navidad

//Rafael González – Semnario Ecos Web
Rafagon_rg@hotmail.com

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