«Me Tocó Una Madre Que Trabaja». El equilibrio entre el trabajo y la crianza.

Saludos a todos los lectores que me acompañan gracias a @lavozdeltuy. Es un placer encontrarnos cada semana por este medio.

El desafío de ser madre y trabajar: una reflexión

Esta semana, en lugar de presentar una encuesta, quiero reflexionar sobre una ocasión especial que celebramos este mes de mayo: el Día de la Madre. Es por eso que he decidido escribir sobre un tema que me toca de cerca: «Me Tocó Una Madre Que Trabaja».

Desde el momento en que nos convertimos en madres, descubrimos «La razón de ser para el resto de nuestras vidas» y queremos aprovechar al máximo cada momento, entregando nuestro tiempo, nuestra mente y nuestro corazón para criar a nuestros hijos.

Pero, existe el desafío económico que se enfrenta la madre al momento de cubrir todas las necesidades que tiene este nuevo ser humano y que a veces se convierte en dilema, ¿criar o trabajar? entonces se presenta el problema actual que tienen las madres, es que nos vemos obligadas a trabajar como si no tuviéramos hijos y al mismo tiempo debemos criar como si no trabajáramos.

No obstante, enfrentamos el desafío de equilibrar la vida laboral y la crianza, como si no tuviéramos hijos mientras trabajamos y como si no trabajáramos mientras cuidamos de ellos. Esto nos convierte en supermadres, capaces de manejar múltiples responsabilidades con admirable fortaleza, nos convierte en madres multitareas.

¿Cómo le explicamos esto a nuestros hijos?

Las mamás que trabajan a menudo, experimentan sentimientos de culpa y cargan un peso emocional considerable. Aprendemos a administrar nuestro tiempo para cumplir con nuestras metas y seguir adelante, demostrando tenacidad y generosidad en cada paso.

Ser mamá implica noches de insomnio, preocupaciones y lágrimas, pero también significa nunca estar sola en nuestros pensamientos. Aunque trabajar fuera de casa implica extrañar a nuestros hijos, la alegría de reunirnos con ellos al final del día es indescriptible.

En mi experiencia, el trabajo llegó antes que la maternidad, pero aprender a vivir por mis hijos ha sido mi mayor aprendizaje y fortaleza. Ellos son mi mayor motivación y fuente de amor inagotable.

Entonces, puedo afirmar que ningún idioma puede expresar el poder y el heroísmo de una madre que trabaja.

 

Hoy les invito a disfrutar cada momento con sus hijos y a seguir adelante, porque ¡yo creo en ustedes!

Gracias por leerme. Nos vemos la próxima semana. Recuerden seguirme en Instagram como @yeni_educa.

Por: Yeniree Moreno

Comparte en:
Hola ¿Quieres recibir las noticias a diario?